CONNIE TAPIA
MONROY: DESDE EL LADO OSCURO QUE NO TODOS CONOCEN, Y POCOS QUIEREN VER
Por Teodoro J. Morales
La poesía está en todas partes naciendo y
floreciendo a diario, no hay fronteras para ella, es ciudadana de todo el
mundo.
“VIVIENDO ENTRE SARRACENOS”, de Connie Tapia Monroy (Santiago
- Chile, 1980), es un libro de poesía que trae una propuesta distinta a la que
estamos acostumbrados, aquella en la que se solaza casi siempre, eunucos, que
creen que la palabra existe para hacerle
honores a sus limitaciones.
Maru Delgado, con lo que escribe, en “Las Mil
Lenguas de Fuego” que se publica como pórtico del libro, dice: “Sin un ápice de
gusto por lo común, con una escritura áspera, aprensiva, extraña y lanuda, se
abre paso”. Al leer la poesía de la escritora ariqueña Connie Tapia Monroy,
muchos, de seguro dejaran de lado ese desinterés a su lectura, y poniendo toda
su atención querrán conocer que es lo que propone la aurora de este libro.
Es cierto, no todo libro, ofrece “una salvaje
esencia, una escritura violenta, exorbitante que empuja los límites de lo que es
común”. El planteamiento del libro, “es totalmente visceral y (al final, todo
el que lo lea, terminará por admitir que) los versos se retuercen junto con el
lector.
Al leer, e internarnos con la lectura a ese
universo no inventado sino real en el que se vive, “entramos a la navegación de
esta pesadilla con un pulso preciso que sugiere una arquitectura singular que
lo lleva (…) a este constructo de esquinas quebradas y lado impares que se
desmoronan como una figura fantasmal en una noche sin luna”.
Ella (Connie Tapia) dice: “Estoy muriendo
poco a poco. / Tengo olor a encierro/ como un baúl viejo,/ abandonado,/ en
desuso”. --- “”Nadie se ha dado cuenta aún,/ pero apenas puedo hablar,/ me
cuesta respirar./ A veces creo que he muerto”.-“Hoy”).
Se denuncia esa vida que se tiene que más
parece muerte, en la que todos acaban por danzar hasta acabarse a poco; tanto
que dice: “Aférrate a esta tumba/ o vete de aquí”). No es sencilla, esa
alternativa que la vida da, a la cual terminamos por aferrarnos al final de
todo.
Soño,
a un hombre que surca cicatrices en
la tierra
dirigiendo a los espectadores al
infierno.
Extrajo un pedazo de corazón
y lo depositó en un caldero mágico,
soñó que besaba esos labios resecos,
sintió como su alma huía
despavorida.
Oyó a lo lejos los cadáveres iniciar
la danza,
como demonios en la cabeza
saltaban dando botes sobre las
neuronas difuntas
Café.
No todos se atreven a mirar la otra cara que
ofrece la vida, de la que nadie quiere hablar. Todos tratan de endulzar el
café, y vivir con el eterno engaño, creyendo en una felicidad que ni ellos
mismos creen cierta. (“Estás en medio del desierto,/ en una ciudad atochada de
ruido,/ artefactos de hierro transportando zombies./ Te asustan esas miradas
desorbitadas,/ ojos arrancados/ labios pegados en un lugar sin vida”.--- “No te
ven, no te sienten,/ ni siquiera ellos mismos”).-Ciudad.
Despertar de esa realidad en la que se vive,
no es fácil. Nos empecinamos en hacerla llevadera, creyendo que al fin todo
cambiara por sí solo, y de esa manera engañosa se tira para adelante,
manteniendo monumentos sustentados en la
mentira, y de esa manera creemos ser felices.
Atreverse a ser verdadero no es sencillo, es
tenerse que enfrentar a todo un sistema que edificó toda esa mentira en la que
pocos reinan y los más mueren; es tener que luchas contra políticas anti-vida;
y si te atreves, podrás decir al fin:
Eras sólo tú
era yo,
viéndonos en el vacío que siempre
deseé estar.
(…).
No soltaré tu mano,
esta vez
no dejaré que te pierdas en la
bruma.
El
extraño
“VIVIENDO
ENTRE SARRACENOS” es un libro de poesía, que hay que leerlo, permitirá
despertar de ese mal sueño en el que se vive; y al fin, se podrá dar el paso
decisivo… para atrevernos a ser auténticos seres vivos, y no la muerte andando.
Texto extraído del Blog: Teodoro J. Morales
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