Necrospectiva, de Pablo Espinoza Bardi

Queremos contarles que pronto tendremos bajo nuestro sello en co-edición con Editorial Cthulhu (Perú) el libro Necrospectiva,  de Pablo Espinoza Bardi. Es una re-edición que incluye un cuento e ilustración inédita, con arte interior y de portada de Luis Naranjo.

"En  este libro no encontrarás un rumbo, no hay castillos encantados, ni siquiera una cabaña que sirva de refugio.  Es, como dije, un bosque peligroso. Ha sido construido para que te pierdas.  Quizás sí hayan corrientes de agua fresca, necesarias para que te mantengas con  vida y sigas tu carrera. Pero cuidado con las grandes aguas, los lagos están infestados de seres umbríos, dispuestos a asfixiarte si te aproximas a sus dominios." - José Luis Flores, Chile.

"Necrospectiva, es un culto a la muerte, pero no a la paz de la misma; es la transformación de la carne, la degradación física y espiritual del final de la vida para dar paso a un sendero oscuro y lleno de tormentos, que se hacen concretos. Nada de fantasías. Este libro deja de lado el proceso onírico para adentrarse, cual destripador, cual exhumador de cadáveres, en la carroña dejada por la oscura inventiva de Pablo Espinoza Bardi." - Poldark Mego, Perú.

El Caso de Vincent Fonseca, de Luis S. Oróstica

Hoy en día, ser metalero es ya una religión más que un movimiento contra cultural, a pesar de que los medios lo han tratado de dejar a un lado por las modas imperantes actuales. Pero no todo fue así. En tiempos remotos, el ser metalero era todo un desafío, que se transformaba en rivalidades dentro del mismo movimiento. ¿En qué consistía ser un metalero “true”? ¿El que tenía en sus estantes más discos de bandas, el que se vestía como tal o el que seguía la ideología al pie de la letra? Un debate que no tiene parangón alguno y, tal vez, Vincent Fonseca fue víctima de aquel pleito por defender su postura de; cómo ser un auténtico metalero. Su desaparición ha sido todo un incierto... A través de sus notas, podemos ver pasajes de su vida, su filosofía, sus definiciones, su forma de enseñar, que trataba de luchar contra toda adversidad y, no solo con los delincuentes de barrios que a cada rato se topaba, con chicos que eran víctimas de la moda, con los sound, con la policía que tantas veces se le cruzó en su camino, sino con los mismos de su especie que defendían una postura distinta, que para él, eran erradas. ¿Tenía él la razón? ¿Vincent Fonseca fue auténtico o un posser? Nadie lo sabrá. Solo él tiene la respuesta, la que quizás, la sabremos cuando aparezca algún día.

Francisco Zowosko

Escritor

Tocopilla – Chile

2019