Hoy en día, ser metalero es ya una religión más que un
movimiento contra cultural, a pesar de que los medios lo han tratado de dejar a
un lado por las modas imperantes actuales. Pero no todo fue así. En tiempos
remotos, el ser metalero era todo un desafío, que se transformaba en
rivalidades dentro del mismo movimiento. ¿En qué consistía ser un metalero
“true”? ¿El que tenía en sus estantes más discos de bandas, el que se vestía
como tal o el que seguía la ideología al pie de la letra? Un debate que no tiene
parangón alguno y, tal vez, Vincent Fonseca fue víctima de aquel pleito por
defender su postura de; cómo ser un auténtico metalero. Su desaparición ha sido
todo un incierto... A través de sus notas, podemos ver pasajes de su vida, su
filosofía, sus definiciones, su forma de enseñar, que trataba de luchar contra
toda adversidad y, no solo con los delincuentes de barrios que a cada rato se
topaba, con chicos que eran víctimas de la moda, con los sound, con la policía
que tantas veces se le cruzó en su camino, sino con los mismos de su especie
que defendían una postura distinta, que para él, eran erradas. ¿Tenía él la
razón? ¿Vincent Fonseca fue auténtico o un posser? Nadie lo sabrá. Solo él
tiene la respuesta, la que quizás, la sabremos cuando aparezca algún día.
Francisco Zowosko
Escritor
Tocopilla –
Chile
2019
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